Hace tiempo que vengo editando un video en Final Cut Pro X sobre unas vacaciones familiares. Finalmente, habiendo terminado, el archivo de Final Cut pesa 320Gb…
El motivo es porque, dependiendo de la configuración, Final Cut genera versiones optimizadas de los videos, o versiones Proxy (de menor calidad pero mejor performance para editar) aparte de almacenar los archivos originales en el mismo contenedor.
Para que se den una idea, un archivo grabado con un iPhone 6s que pesa 100Mb, puede llegar a pesar 2Gb en su versión optimizada.
Ahora bien, cuando uno termina un proyecto y decide archivar el original, no hace falta guardar todas estas versiones optimizadas ni proxy ni los renders de las transiciones. Lo recomendable es eliminar todo esto y archivar el contenedor de Final Cut Pro X con los originales dentro (audio, fotos, videos). Si en el futuro es necesario volver a editar, con sólo abrir el archivo en Final Cut Pro X (de nuevo, dependiendo de la configuración), se empezarán a generar las versiones optimizadas y renders a partir de las transiciones y originales que están en el contenedor.
Para eliminar estas versiones optimizadas y renders, sólo hace falta hacer click en “File > Delete Generated Library Files” y verán una opción parecida a esta.
Acá pueden tildar todas las opciones y darle OK y verán como el archivo contenedor del proyecto se achica de manera importante.
Leyendo por internet también encontré una aplicación que nos resuelve esto de manera más fácil. Tiene un costo pero vale la pena si están trabajando con Final Cut Pro X. Se llama Final Cut Library Manager y permite optimizar justamente esto de los proyectos de Final Cut Pro X de manera fácil y segura. No elimina nada sensible de los proyectos y según lo que pude ver funciona muy bien.